Rafael Jimenez “El Falo”

Falo appartiene a quella generazione di artisti flamenchi che apportano un rinnovamento al cante pur partendo dalla tradizione più pura.

Intraprende la sua traiettoria artistica come cantaor nel 1985, nella Peña Enrique Morente di Oviedo. Nel 1991 riceve da Félix Grande una borsa di studio in  flamencología della Universidad Complutense di Madrid che gli premette di inserirsi nell’ambiente flamenco della città e di cominciare a lavorare come cantaor para el baile.

Ha lavorato nei teatri di tutto il mondo cantando nelle principali compagnie di baile, come quella di Mario Maya, Javier Barón, Rafael Amargo, Antonio Canales o Belén Maya. Inoltre a collaborato per quasi dieci anni con Enrique Morente in spettacoli come “Cante y poesía”, “Misa flamenca”, “El pequeño reloj” e “Omega (Poeta en Nueva York)”.

Nel 1996 incide il suo primo disco “¡Cante gitano!” (Celestial Harmonies), che rappresenta l’inizio della sua carriera come solista. Per questo album ottiene nel 1998 il prestigioso premio Copa Teatro Pavón al Miglior disco dell’anno e al Miglior interprete giovane, assegnato da Manuel Ríos Ruiz, Premio Nacional de Literatura e fondatore della Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera. Quindi ha proseguito la sua carriera come solista esibendosi in teatri e festival di tutto il mondo, e ha continuato a collaborare come artista invitato in diversi gruppi flamenchi e compagnie.
Nell’ottobre del 2011 esce il suo secndo disco, “El cante en movimiento“, dove, come in “¡Cante gitano!”, Falo recupera stili e cantes poco diffusi per attualizzarli ed offrirli al pubblico di oggio. Tra le sue collaborazioni discografiche, ricordiamo quella con i Radio Tarifa, “Temporal” (1996, BMG). Il “Tangos de la condición”, uno dei temi interpretati da Falo, fu per due mesi al top delle classifiche europee. Inoltre ha collaborato con il cantante folclorico Eliseo Parra nel suo album del 2003 “Viva quien sabe querer”; con il bailaor Joaquín Ruiz  in “Caravana”, nel 2010; con il chitarrista flamenco Raúl Mannola in “Guitarra adentro”, nel 2009, e “Inner Visions of Flamenco”, nel 2011; e con Caroline Planté nel suo recente e innovatore album di chitarra flamenca “8 Reflexiones”, prodotto da Paco Ortega.

Nella veste di studioso del cante flamenco, Falo ha riscattato e portato alla luce stili e cante in disuso di grande bellezza e valore artistico, e ha “afflamencato” temi popolari della sua terra asturiana, come la bulerías “A la Tía Chata” del suo primo disco, cantata in  dialetto asturiano.

La ricerca flamencologica e gli anni di studio di tecnica vocale con rinomati maestri di cante non solo hanno influito nella personalità artistica di Falo, ma lo hanno anche portato all’insegnamento e ad una intensa attività di conferenziere. Attualmente insegna nella scuola di flamenco più emblematica di Madrid (Amor de Dios), nel Conservatorio Profesional de Música “Arturo Soria” e nel Conservatorio Superior de Danza de Madrid “María de Ávila”, e ha partecipato a conferenze sulla storia del flamenco e tenuto lezioni di cante tanto in Spagna come all’estero.

Falo ha sempre ricercato la maniera di attualizzare i cantes, arricchirli e sottolineare la loro essenza mediante l’impiego di nuovi strumenti e nuove armonie, apportando nuovi melismi e nuove matrici, offrendo nuovi contesti sonori, o proponendo diverse interpretazioni degli stessi.
Grazie a questi sforzi creativi il cante di Falo attrae un ampio pubblico di
aficionados al flamenco, alla musica classica, al folklore, alla musica etnica o al jazz. Esempio di questa ricerca è la malagueña “A Enrique el Mellizo”, presente nell’album “¡Cante gitano!” accompagnata da un coro di canto gregoriano per ricreare ed evocare quello che sostiene la leggenda e che Enrique el Mellizo creò questa malagueña ispirato dai canti gregoriani che era solito ascoltare nella cattedrale della sua città natale.

¿Cómo llegaste al flamenco?
Llegué por tradición, puesto que mi familia es flamenca. Lo viví desde niño como algo natural. Nací, crecí y me desarrollé dentro del flamenco.

¿Cuándo te diste cuenta que el flamenco podía ser tu profesión?
Nunca pensé en ser profesional, lo fui por causalidad. Por mediación de Félix Grande conseguí una beca para cursar un seminario de flamencología en la Universidad Complutense de Madrid. Fui a Madrid sin pensar en quedarme, puesto que no tenía interés en ser profesional, y fueron los compañeros que conocí en el curso (bailaores, guitarristas y cantaores, algunos de los cuales luego se han hecho famosos) los que no me dejaron irme: puedo decir que a partir de aquel momento, dedicarme al flamenco no fue tanto una decisión personal como una situación que se me dio en la vida.

¿Pensaste alguna vez en la posibilidad de no alcanzar el éxito?
El éxito tal y como se entiende normalmente es algo efímero, algo que pasa rápido. Tal y como lo entiendo yo, es tener trabajo y vivir cada día lo más tranquilo y feliz posible. Tampoco he pensado nunca en el éxito como una meta que alcanzar. De modo que como nunca lo he perseguido, creo que puedo decir que he vivido en un continuo éxito 😉

¿Quiénes son tus puntos de referencia?
Jesús de Nazaret, todos los gitanos viejos que crearon este arte, mi familia, mi padre, mi madre, mis amigos, la gente que me quiere, y especialmente, tengo una debilidad particular por Manuel Fernández Cruz (Manolito el de María). Y hoy en día, por Israel Galván.

¿Cuántas horas semanales dedicas al estudio personal?
Cuando he tenido etapas de poder estudiar verdaderamente, entre 5 y 8 horas diarias.

¿Hasta qué punto fue determinante el flamenco en tus decisiones personales?
Determinante lo ha sido siempre, primero porque soy profesional, y eso ocupa el 90 % de mi tiempo. En otro sentido, he encontrado en las letras y en los ritmos del flamenco una guía para la vida.

¿Mirando hacia atrás, que cosas cambiarías y cuales volverías a repetir?
Creo que cada persona tiene un sino. No me arrepiento de ninguna de las cosas que me han pasado: no cambiaría nada.

¿Qué piedras has encontrado en tu camino hasta llegar a conseguir tus metas como artista?
Pues lo mismo que como persona: obstáculos grandes, ninguno. Quizá los mayores obstáculos han provenido de las dificultades propias que puede encontrarse en la vida una persona de mi etnia.

Cual son tus inquietudes como artista? ¿Que es lo que te inspira?
Hacer mi trabajo, que consiste en rescatar la belleza, intentar buscarla siempre, además de intentar siempre dar lo mejor posible, adquirir el mayor conocimiento posible, estudiar lo más posible, ser lo más profesional y honesto posible; tratar de rescatar los cantes que siento que merecen una segunda oportunidad, volver a tratarlos, y hacer mi propio camino como cantaor.

Me inspiran los árboles, las iglesias; las propias letras flamencas, las voces de la gente, el folclore, la música, la escultura, la pintura, la danza; el arte en general, las guitarras como objetos y su proceso de construcción desde la madera.

Técnica o expresividad. ¿Qué viene primero?
Voy a tomar una frase prestada de mi amigo Javier Latorre: “La técnica es como el dinero: no debes preocuparte de ella cuando tienes lo suficiente.” La técnica es un recurso absolutamente necesario: sin técnica no se puede expresar. Cuando hablamos de técnica a veces nos confundimos: creemos que es una cosa muy artificial. No es así: es una cosa muy natural. Todos los cantaores del pasado tenían técnica. Para mí la técnica se basa principalmente en la capacidad que tienen algunos de hacer algo que otros no pueden hacer. Por otro lado, si no hay nada que contar, la técnica, evidentemente, no sirve para nada. También es como el dinero: puedes tener mucho, y ser muy pobre. Así que, para resumir: sin técnica no hay expresividad, pero antes que todo eso, estaría tener algo que expresar, sentir la necesidad expresiva (que es lo que yo llamo talento). Luego, el segundo paso, sería adquirir una técnica que permitiera dar salida a esa necesidad expresiva y desarrollarla.

¿Te sientes artista o maestro?
Las dos cosas: artista porque vivo de mi arte, lo practico como forma de vida. Y maestro, porque enseño lo que sé, que es una de las condiciones básicas de la vida: hay que enseñar lo que uno sabe, no se lo puede quedar uno para sí, hay que enseñarlo todo. Y esto lo practico también como profesión actualmente, puesto que doy clases en distintos ámbitos.

¿Cuál es el mensaje que deseas transmitir a tus alumnos?
Sobre todo, aprender a escuchar, ser humilde, tener un gran respeto por los demás, y otras grandes cosas de incalculable valor que no puedo definir en una entrevista tan corta.

¿Qué deseas trasmitir a tu público? ¿Qué tipo de público te gustaría ganar?
Más bien es mi público quien me elige a mí: yo solo trato de transmitir lo que siento y lo que pienso. Sin público no hay artista: el público lo es todo; pero intentar ganar un público me parece un error de planteamiento. Creo que uno es artista porque el público lo quiere, y es el público el que elige al artista, no al revés.

¿Cuál es tu relación con otros colegas?
Creo que maravillosa. Pienso que me he ganado el respeto, el cariño y la admiración de mis colegas, todo lo cual es mutuo.

¿Cuáles son tus proyectos actuales?
El más prioritario es promocionar el disco que acabo de publicar: El cante en movimiento.

¿Hubo un momento de tu carrera emocionante y por eso inolvidable?
Ha habido muchos. Pero yo destacaría un día que canté en Barcelona y se acercó a mí un señor mayor que me felicitó por cómo había cantado esa noche por soleá. Me dijo: “Yo no sabré mucho de cante, pero de soleá sí, porque mi padre ha sido el que mejor ha cantado por soleá del mundo.” Y yo le dije: “Muchas gracias. ¿Y quién es su padre?” Y me dijo: “Perrate de Utrera.” Era Gaspar de Perrate. Y Perrate de Utrera, su padre, es otra de mis debilidades, junto con Manolito el de María, como he dicho antes. Así que se puede imaginar mi emoción al recibir este elogio de este hombre, que quiso hacerse una foto conmigo, y luego me la envió. También fue muy emocionante el día en que canté en el Círculo de Bellas Artes con motivo de la recepción del Premio Copa Teatro Pavón por mi disco ¡Cante gitano!, cuando mis padres se subieron al escenario.

¿Qué te queda por hacer en el flamenco? ¿Cuál es tu sueño?
Todo. Aún no he hecho ni el uno por ciento de lo que me gustaría hacer.

¿Cuál es el artista/colega (bailaor, cantaor, tocaor) que, en escena, mejor se adapta a tu gusto y que más te emociona?
Es imposible definir esto, porque cada artista tiene una personalidad y saca de mí algo que no sacan otros; con cada uno me relaciono de una manera diferente. Así que no puedo manifestar una preferencia concreta, cada artista me ofrece una posibilidad.

Tu destino flamenco ideal: ¿Sevilla, Jerez, Madrid o…?
Madrid. Es donde más músicos hay, donde más posibilidades tienes de desarrollar una idea. Si se tienen inquietudes musicales, de investigación, el lugar donde mejor se pueden realizar es en Madrid.

Tu comentario sobre los principales Festivales de España (Jerez, Málaga, Sevilla, Madrid…), o si prefieres uno menos conocido donde te encontraste muy a gusto.
Tengo una especial predilección por los festivales de los países nórdicos. Creo que tienen una visión muy limpia, sin prejuicios, lo ven todo desde la música en general. Son ordenados, trabajadores, con un alto nivel cultural y también económico, que les permite hacer programaciones muy buenas. He trabajado en los últimos cuatro años en estos festivales, y es donde mejor me he sentido. Es que me gustan muchas cosas de esos países: su paisaje, la forma que tienen de trabajar, su sensibilidad, lo adelantados que están. Realmente quienes organizan los festivales españoles tienen mucho que aprender y mejorar. En general, los festivales españoles son bastante repetitivos y monótonos, y su forma de trabajar es poco clara, oscurantista.

¿Tradición o modernidad?
Como decía Spinoza, no hay modernidad sin tradición y viceversa. Lo que en un tiempo fue moderno, después se convirtió en tradición, y así sucesivamente. Sobre la tradición se construye algo nuevo y se crea modernidad. Después, lo moderno pasa a quedarse anticuado o a convertirse en clásico, y así es cómo suceden las cosas.

¿Crees que el ‘Duende’ es sólo una prerrogativa del pueblo gitano o español?
Primero habría que definir qué es el duende. Tengo que decir que como no sé quién es ese “señor”, no puedo contestar a la pregunta.

¿Cual es tu mayor defecto y tu mayor virtud como artista? ¿Y como persona?
Tengo muchos defectos y muchas virtudes. Supongo que los demás podrían hablar de mis defectos y mis virtudes mucho mejor que yo.

¿Primera letra que viene a la mente?
Fui piedra y perdí mi centro
y me arrojaron al mar,
y al cabo de mucho tiempo
mi centro vine a encontrar.

¿Que piensas un momento antes de subir al escenario?
Dios mío, ayúdame.

¿Con qué artista trabajaste más a gusto y por qué?
Me resulta muy difícil contestar a esa pregunta. No sabría elegir.

¿Con que artista te hubiera gustado o con cual te gustaría trabajar?
Entré a trabajar con Mario Maya cuando Belén Maya, Rafaela Carrasco e Israel Galván formaban parte de su cuerpo de baile. Con Belén Maya trabajé por lo menos 7 u 8 años seguidos, con Rafaela también he colaborado muchas veces, y sigo trabajando con ella en el conservatorio superior de música de Madrid “María de Ávila”, como maestro. Israel entonces solo estaba interesado en el fútbol, lo recuerdo perfectamente: no quería ser bailaor, ¡sino futbolista! Después no he vuelto a coincidir con Israel y verdaderamente creo que es el artista que ha conseguido lo que todos intentamos hacer: construir sobre lo que había, sin destruir, como han hecho siempre los antiguos. Israel ha conseguido cristalizar este punto de evolución añadiendo algo nuevo. Su arte contiene todo lo que había, y algo más. Y lo hace además de un modo sobrecogedor. Te sobrecoge, te llega, te saca todas las emociones. Creo que es el artista más brillante de este tiempo, el artista que va a quedar para la historia, el que lo ha conseguido todo. Y es con él con quien me gustaría trabajar.

¿Cual es el “palo” que más te representa?
La soleá, porque es donde encuentro mayor riqueza en todos los sentidos: rítmica, melódica, poética. Tengo un alumno de 72 años que dice que si eres capaz de cantar bien una soleá de Joaquín Fernández Franco (Joaquín el de la Paula), lo puedes cantar todo bien. O sea, que para él todo está representado en un solo cante por soleá. Yo en la soleá hallo el cenit del flamenco, y además es un palo que, por lo que sea, se me ha dado bien, me he adaptado bien a él.

¿Escuchas otros géneros musicales, además del flamenco?
Sí. Escucho todos los géneros musicales, principalmente la música clásica. He estudiado técnica lírica italiana antigua durante 15 años por lo menos. También escucho mucho folklore. Ahora mismo estoy más centrado en estos dos géneros, pero he escuchado mucho pop, blues, hip-hop y jazz. Más que un tipo de música, lo que me llama a escuchar es el músico en sí.

¿Cual fue la última película que viste en el cine? ¿Y el último libro que leíste?
“La lengua de las mariposas” de José Luis Cuerda. Me encantan los cines al aire libre. Los normales me dan un poco de claustrofobia, la verdad. Así que prefiero ver el cine en casa. En cuanto a la lectura, siempre estoy leyendo varios libros a la vez. Ahora mismo estoy con un libro sobre guitarreros, y leo constantemente todo lo que cae en mis manos sobre historia del flamenco y poesía.

¿Tu día ideal?
Un día en que me levante por la mañanita, desayune con mi padre, que me hace un zumo de naranja maravilloso y un café; después, dar un paseíto por el sol viendo árboles y si puede ser ver alguna guitarra o algún instrumento bonito de madera. Estar tranquilo: un día tranquilito, normal y corriente.

¿Cual es el momento del día en que te encuentras más creativo?
Depende, va más que por momentos, por épocas. Y no sabes cuándo va a ser. Casi siempre es caminando. Siempre que camino estoy en constante estado de creación: a veces más y a veces menos, pero es constante.

Un consejo para nuestros lectores que quieren hacer del flamenco su profesión.
No doy consejos a nadie, porque serán mayores y sabrán equivocarse solos, pero si tengo que recomendar algo sería que primero tuvieran otro trabajo y que hiciesen flamenco por amor al arte. Después, si han de ser profesionales o no, ya lo dirá la propia vida, los propios compañeros. Que no intenten hacer del flamenco la única salida de su vida, porque entonces seguramente será de una forma desesperada, y no hay que hacer nada con desesperación.

Su pareja perfecta dentro y fuera del Flamenco.
Cuando encuentre eso, entonces contestaré 😉

El flamenco en una palabra.
Todo.

Gracias a Rafael, per chi volesse approfondire:

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